Tras 13 años y 262 trasplantes recordamos a quienes con un profundo sentido de solidaridad han permitido que muchos de nuestros pacientes hayan recobrado las esperanzas de una nueva vida. Los donantes de órganos, tejidos y sangre, sus familias, y la cultura de donación de nuestro pueblo son, sin lugar a dudas, el mejor ejemplo de entrega hacia el prójimo.

Sin embargo, esto no sería posible sin un sistema de salud y sin políticas de estado que tomasen este desafío, y tuviesen el coraje de afrontarlo.

Es por esto que queremos reconocer el notable rol que han desempeñado el Ministerio de Salud Pública, el Fondo Nacional de Recursos, el Instituto Nacional de Donación y Trasplantes, la Dirección Nacional de Sanidad, la Unidad de Gestión de los IMAE y el Hospital Central de las Fuerzas Armadas.

Esperando que cada año nos siga encontrando juntos, construyendo este dificultoso pero gratificante camino que hemos elegido transcurrir, los saluda atentamente,